El sonido de las letras

29.10.05

Hacia la felicidad

Me veo obligado a escribir sobre la situación actual de mi vida. Al margen de lo que ha sucedido o pueda suceder, debo aceptar que en un balance general me puedo considerar muy dichoso. ¿Por qué? Supongo que porque he decidido serlo. Así como también he atentado contra mi felicidad cuando creo que el sacrificio de ésta me puede llevar a un bien mayor.
Sin embargo: ¿Qué cosa hay más importante que ser feliz? Al final creo que es una de las metas más comunes de los humanos. Quizás en mí, es el único fin de mi vida, compartido con mi sed de trascendencia.
Me ha costado trabajo pero he entendido que ser feliz es una TAREA que estamos obligados a realizar celosa y cotidianamente.
Seré sincero, la mayoría de la circunstancias se han vuelto favorables. La vida volteó a verme para sonreir conmigo. Pero definitivamente considero que el grado de satisfacción que he alcanzado se debe a la postura que tengo hacia mí. No soy suave, puesto que uno no debe consentirse en exceso cuando se quieren hacer bien las cosas, pero tampoco soy demasiado duro conmigo mismo. He aprendido a perdonarme y a comprenderme. De lo demás, las personas que realmente me conocen y estiman saben que aunque sea medio burrito a veces, nunca será la intención herir a alguien, como en los buenos documentales.
Sin quitarle importancia a lo que ya he dicho, soy feliz. Feliz porque decidí serlo; feliz por casualidad, o feliz porque por fin he empezado a caminar por una vereda con letreros. Y con esta sonrisa ténue pero constante, sé que irremediablemente voy hacia esa felicidad perdurable que va más allá de las alegrías.

14.10.05

El juego

Hace un rato que escribí un comentario en otro blog, sonreí al encontrarle semejanza a la vida con un compañero de juego. De hecho, creo que es con la única que podremos jugar siempre, todo el tiempo y sin que ella se aburra.

El juego comienza desde que "Vida" nos dota de sentidos para que podamos intuir las reglas porque a ella no le parece divertido comenzar tan rápido a explicarlas. Tendrá mucho tiempo en los años próximos para hacerlo. Una pista por aquí, otra por allá. Siempre divertida por ver nuestro esfuerzo al tratar de ganarle el juego.

Vida es una buena amiga cuando jugamos limpios, pero si hacemos trampa y tratamos de ganarle a la mala, generalmente termina por enojarse y poner en claro que ella siempre conocerá ese juego mejor que nosotros. Y cuando reímos y arriesgamos decisiones por estar mejor, Vida siempre se vuelve hacia nosotros para brincar a nuestro lado. En esos momentos invita a su amiga Felicidad y Dicha para que vengan a ver el espactáculo.

Mi vida es la mejor y no la dejaría jugando sola porque ya no sería divertido. Prefiero seguir jugando hasta que mi cuerpo se canse y se quede dormido eternamente o hasta que ella decida que es tiempo de cambiar por un contrincante que no sepa de reglas y no esté obsesionado siempre con querer ser el ganador.

13.10.05

Escuchar el silencio

Bien, pues creo comenzaré esto. Pienso que casi todo en la vida se trata de ver cosas invisibles y de oir cosas inaudibles. Lo demás lo percibimos automaticamente. Se trata de observar y de escuchar.

Hace mucho tiempo escribí unas líneas, bajo circunstancias notablemente distintas (bajo ciertos criterios). Sin embargo, quise hacerles saber la razón por la que este blog se titula El sonido de las letras. Claro, a parte de mi peculiar forma de concebir el sonido...

Escuchar el silencio

Escuchar el silencio es lo que nos vuelve sabios:
Si vivimos al día, tendremos que esperar un tiempo para que la experiencia nos guíe;
si vivimos de consejos y convenciones, no seremos dueños de nuestro ser...
Escuchar el silencio es lo que nos hace ver lo invisible, a tocar lo intangible,
a prever el futuro, a encontrar nuestra real justificación.

Pero el que cree haber aprendido, y no quiere aprender nada ya,
no es sólo el más grande de los necios, sino su propio verdugo.
Yo pude llegar a ser un necio en el sentir
pero algo vino a mostrar mi ingenuidad,
a comprobar que no sé nada y que no llegaré a saber;
que se pueden predecir los logros, sin tener idea de las cosas;
que aunque viva queriendo por siempre, seré un inexperto amando...

A pesar de todo, procuro escuchar el silencio sin lograrlo alguna vez:
El silencio se ha enmudecido desde tu llegada;
ahora palabras, palpitar, miradas,
caricias, mil nervios, ¡recuerdos desatas!...
aún con tus labios cerrados lo sordo se mata.
No se muere, se aparta.

Al final, presiente al verme así
que es mejor ser un hombre amado a un estúpido sabio,
pues con saber, vida y alegría racionales;
con amarte, juventud eterna del alma.
Con amarte, se rasgan una a la otra realidad y fantasía.

El inicio

No sé que tan constante actualizaré esta cosa. No pretendo ocuparla como un diario. No escribiré nada si no me vienen las ganas de forma espontánea. En realidad, supongo que lo que quiero es escribir un poco de vez en cuando y que mis personas cercanas puedan enterarse de lo que pasa por mi cabeza. Sólo eso.
No prometo tener una sintaxis u ortografía muy pulcra porque sería una preocupación con la que no quiero cargar esta vez. Sé que algunos de ustedes conocerán partecillas de mí que ni siquiera podrían imaginar y otros que sonreirán al confirmar todo lo que suponían acerca de mi persona.
El sonido de las letras, para mí y para ti.
Te doy las gracias a ti, porque si te he dado la dirección de este blog puedes tomarlo como signo de que te tengo mucho mucho aprecio y que seguramente has hecho muchas cosas por mí. Y puedes, si quieres, dejar algunas letras en el momento que necesiten ser expulsadas de tu ser.