El sonido de las letras

13.4.08

Cuando me pierdo...

A veces me pierdo de todo, hasta de mí.

Hay momentos en los que me gusta estar solo para pensar, para reconocerme y para corroborar lo cambiante que soy.

Mi esfuerzo por estar bien no se ha relajado pero conforme voy conociéndome censuro menos mis actos y sentimientos.

La vida me jala en algunas cosas y yo la empujo en otras.

Me he vuelto bastante temerario. Tanto que en ocasiones me observo con gracia.

Cada vez soy menos extremista, lo que me hace pensar que poco a poco la calma interna y personal empieza a llegar...

Y sin embargo, sigo siendo tan pasional como en el principio de mis días. La diferencia es que ahora tengo unas ganas metódicas de levantarme después de cada tropiezo.

Cuando me pierdo, no tardo mucho en encontrarme de nuevo. Cuando me encuentro, a veces sigues estando tú ahí.