Vueltas

"La vida da muchas vueltas", es una frase que usa la gente de mayor edad con frecuencia. Empiezo a creer que tienen muchas razones para hacerlo.

Cada vez que pienso haber encontrado algo en lo que me pueda confiar, aparece una circunstancia, un hecho que desequilibra todo y me obliga a iniciar desde abajo. Sin embargo, no puedo negar que es interesante y divertido ver lo impredecible que es la vida.

Hay días en los que me levanto con ánimos de tomar cualquier riesgo; otros en los que despierto con tanto miedo que quisiera alejarme de todo lo que me puede hacer mal. Trato de ser valiente, aunque a veces no sepa cómo hacerlo.

La complicación es muy sencilla: Si me arriesgo una vez más por algo que ya he querido y lo hago estando consciente de las circunstancias, hay la opción de perder y de ganar. Si gano será gracias a mi constante precaución de no vivir con miedo; si pierdo será darme cuenta que arriesgarse repetidas veces por algo tan incierto se podría considerar necedad. Aunque eso también acabaría con mi idea (probablemente ingenua) de que no hay razón para que siempre sean igual las cosas y que no siempre caeré.

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Hoy, viviré al día, le haré caso completamente a lo que me dicten los sentimientos. Mañana, supongo que seré como siempre: Apasionado, necio, precavido, consciente y contradictorio. Con suerte, si sigo dando vueltas, regresaré al punto en el que siempre quise permanecer.