Lluvia de estrellas
Te juro que pensé en dejarte, pero a mi cuerpo le bastó tu aroma para negarse a ser sensato.
Te juro que quise odiarte, pero esa mirada que penetra hasta mi cráneo me hizo sentir presa y cómplice de esas caricias reconocibles.
Te juro que no quería ni voltear a verte, pero tu sonrisa luminosa nubló mi mejor esfuerzo por desentenderme de ti.
Y al final, una frase y un par de gestos me hicieron comprender que no soy tan idealista ni tan soberbio.
Cerraste esa puerta después de soplar un beso. Cerré los ojos y con cierta tranquilidad murmuré la frase más definitiva: "cercanos, pero no juntos".
Hoy sigo sonriendo por el gusto de vivir de esta manera tan soberbia.
Te juro que quise odiarte, pero esa mirada que penetra hasta mi cráneo me hizo sentir presa y cómplice de esas caricias reconocibles.
Te juro que no quería ni voltear a verte, pero tu sonrisa luminosa nubló mi mejor esfuerzo por desentenderme de ti.
Y al final, una frase y un par de gestos me hicieron comprender que no soy tan idealista ni tan soberbio.
Cerraste esa puerta después de soplar un beso. Cerré los ojos y con cierta tranquilidad murmuré la frase más definitiva: "cercanos, pero no juntos".
Hoy sigo sonriendo por el gusto de vivir de esta manera tan soberbia.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< De regreso